Página del editor
Por una psiquiatría de las adicciones
Souza y Machorro MarioRev Mex Neuroci 2003; 4(4) : 206-208. |
Fragmento |
La prosopolepsia (de prosopon = máscara y lapsus = error o equivocación) significa confundir al otro con su apariencia o estereotipo social. Se trata de un efecto psicológico que predispone a la distancia y altera, obstruye o imposibilita la buena relación humana, toda vez que cristaliza en imaginería, miedos y temores. La prosopolepsia origina actitudes y conductas inadecuadas e injustas: los prejuicios humanos. Véase cómo, en la confusión social existente respecto del vicio y del castigo como forma de tratamiento a los abusadores y adictos, se etiqueta erróneamente el problema de las adicciones. En términos de ese prejuicio, sirve conocer la prosopolepsia, en tanto permite la comparación y evaluación de la realidad versus la ignorancia, la fantasía y su falacia implícita, es decir, nos acerca -si así la interpretamos- a la objetividad, a la veracidad y al realismo. Las adicciones están plagadas de prejuicios e incomprensión aun entre quienes laboran en el gremio de la salud.2 La incomprensión social de los adictos es producto de prejuicio, ignorancia y mala interpretación, por lo que es tarea de la educación en salud mental, el contenderlas y desmitificar todo aquello que cuanto se requiera para reorientar la buena voluntad de las personas de la comunidad.3 |