Dentro de las contribuciones originales que se presentan en este cuarto número del volumen 11 de la Revista Mexicana de Neurociencia, destaca el de los angiomas cavernosos de localización en los nervios craneales. Este debe ser un tema de interés para la comunidad neurológica mexicana si tomamos en consideración que existe una mayor prevalencia de este tipo de anomalías vasculares en México. De hecho, Hayman demostró en 1982 que la transmisión de esta enfermedad es autonómica dominante y que es mucho más frecuente en familias hispanas latinas. Se han identificado varios genes responsables, como el CCM1, localizado en el cromosoma 7q11-q22 identificado en una familia de origen mexicano, el CCM2 en el cromosoma 7p15-p13, y el CCM3 en el cromosoma 3q25.2-q27, dando lugar a una penetrancia clínica variable según el patrón de herencia: 88% para el CCM1, 100% para el CCM2 y 63% para el CCM3. En general se considera que aproximadamente 80% de los cavernomas se localizan en la zona supratentorial, 15% en la región infratentorial y 5% en la médula espinal. Por otra parte, la localización a nivel de los nervios craneales ocurre sólo muy ocasionalmente, de aquí la valiosa colaboración del Dr. Alí Castillejos y colaboradores. Por estos motivos hemos seleccionado uno de sus casos para la portada del presente número de la revista.