Durante la pasada Reunión Anual de la Academia Mexicana de Neurología se realizaron numerosos talleres de muy diversos temas, uno de los cuales fue coordinado por el Dr. Joaquín Núñez, en representación del Consejo Mexicano de Neurología, del cual es el actual Presidente. A pesar de la pobre asistencia al taller, que se vio fuertemente competido por temas médicos muy interesantes, creo que es muy relevante darles a conocer la inquietante información que se discutió en esa oportunidad.

Nuestro país tiene alrededor de 105 millones de habitantes y el Consejo Mexicano de Neurología tiene registrados cerca de 1000 neurólogos (incluyendo neuropediatras) certificados, lo cual significa que nos corresponde atender a más de 100 mil personas a cada uno, que –por fortuna– no todos se enferman de padecimientos neurológicos, pero los que sí lo necesiten difícilmente tendrán acceso a uno de nosotros, porque en muchas localidades no hay ninguno, porque estamos insertados en servicios de Salud con sistemas de control cada vez más difíciles para que la población llegue al especialista, y porque muchas unidades aunque tengan neurólogo, no cuentan con suficientes recursos tecnológicos, muy necesarios en nuestra especialidad.