Rev Mex Neuroci Mayo-Junio, 2014; 15(3): 179-182

FRAGMENTO

Siempre se nos ha dicho que la salud es el completo estado de bienestar físico, psicológico y social y no solamente la ausencia de enfermedad. También se nos ha dicho que la prevención es la mejor forma de hacer medicina; asimismo, que las políticas de salud pública deben prevalecer sobre la medicina asistencial. Ninguna de estas premisas se cumple, primero porque la definición de salud de la OMS es una aspiración; segundo, porque las políticas de salud pública obedecen a los intereses de las políticas de estados que dictan economistas y no humanistas; y por último, la prevención siempre ha sido despreciada por el interés del médico en sus aspiraciones protagonistas y heroicas, mismas que desaparecen cuando las mayorías se benefician y no la personalidad médica.