La Neurología, que para nuestros detractores constituye una rama de la medicina al diagnóstico diferencial de las enfermedades incurables, parece muy elitista e inaccesible para los médicos generales o especialistas de otras disciplinas, que no la conocen suficientemente. Imaginemos lo que piensan al respecto nuestros pacientes, cuando no sabe siquiera para qué sirve la Neurología, pero ante la necesidad de ayuda finalmente acuden con nosotros y se les dice la cruda verdad del diagnóstico de una enfermedad que en efecto es incurable y se les agrega el comentario de que deben irse resignado sus casa a esperar el fin si la enfermedad es mortal. S la enfermedad no es mortal, pero sí incurable, el comentario va en el sentido de que tuvieron la mala fortuna de padecerla y de que deberán vivir con ella el resto de la vida sin nada que hacer. En cualquiera de las dos situaciones, el panorama para el paciente es desolador y crea una reacción emocional adversa, e desesperanza, angustia y depresión, truncando de tajo las expectativas e vida que todos los seres humanos no planteamos, sobre todo si se trata de jóvenes, Ciertamente no se puede engañar a un paciente y a su familia brindándole esperanzar falsas o negándole la información acerca del diagnóstico de su enfermedad o disfrazando el diagnóstico con términos que puedan somar menos duros…